Las recetas de galletas que se preparan con huevo pueden tener errores si en el proceso utilizas una cantidad poco adecuada de ellos. Incluso si te equivocas mezclándolos en procesos diferentes o si incluyes los huevos enteros en lugar de separar las yemas y las claras. Hoy queremos poner un poco de claridad sobre este asunto explicándote cómo influyen los huevos en tus galletas. Y seguro que con estas ideas eres capaz de mejorar cualquier idea de dulce que tengas.
El papel de las yemas de huevo
La yema del huevo es fundamental en la mayoría de recetas de galletas. Más allá de la proporción que se indique en ésta debes saber que este ingrediente funciona como un emulsionante natural capaz de hacer que los demás elementos se mezclen con mayor facilidad. Así, cuando las recetas están listas, no se aprecian las grietas de una mezcla a la que le parece haberle faltado un poco de “batidora”.
El problema de las claras del huevo
Utilizar recetas que incluyan huevos únicamente con su contenido en yemas apostando por incluirlos enteros no es una buena excepción. Solo hay una excepción que se produce cuando en realidad el número de huevos es muy bajo. Por ejemplo, los resultados que se encuentran en separar o no con un único huevo apenas se distinguen.
La clara del huevo tiene una textura gelatinosa que impide que la yema haga su papel. Además, el contenido de la clara suele ser mayor que el de la yema y esto hace que proporcionalmente puedas estropear una receta que incluye muchos huevos. Al mismo tiempo, la mezcla de mayor cantidad de claras que de yemas en recetas que así lo indiquen puede otorgar a tus postres un sabor mucho más cremoso y un efecto muy esponjoso. Funciona bien con ingredientes cítricos, almendras, coco o vainilla.
Fuente: imujer.com